Los incendios forestales pueden afectar su salud mental

El incendio de Palmer, que quemó bosques, matorrales y pastizales al suroeste de Oroville, comenzó el martes 18 de agosto de 2020. Provocó numerosas evacuaciones de residentes en la zona que tiene múltiples lagos y destinos de recreación. (Imagen de archivo. Crédito: InciWeb).

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Los incendios forestales son aterradores y pueden desbordar las emociones. Miedo, ansiedad e incluso depresión pueden surgir antes, durante y después de estas catástrofes naturales, pero los especialistas dicen que aún existen recursos para hacer frente al trauma que pueden causar las emergencias medioambientales.

La amenaza del fuego, la pérdida de pertenencias o tener que lidiar con el humo durante los incendios forestales pueden hacer que la gente se sienta estresada, afirma Savannah D’Evelyn, investigadora de Ciencias de la Salud Ambiental y Ocupacional de la Universidad de Washington.

“Nadie es realmente intocable. En este momento parece que todo el mundo sabe, o ha perdido su propia casa o conoce a alguien que ha perdido su casa”, dijo D’Evelyn en inglés.

María Sánchez sintió ese estrés hace unos meses, durante el incendio del Túnel Cinco, cerca de Portland.

“Aunque ninguna de las casas de aquí se quemó, fue muy duro. Fue muy triste, porque de repente decimos: ‘No hay adónde ir, adónde nos vamos”, comentó Sánchez.

Thomas Doherty es un psicólogo licenciado en Portland, Oregón, que se especializa en la relación entre el medio ambiente y la salud mental.

Doherty dijo que, independientemente de la causa de un incendio forestal, muchos factores afectarán a las personas física y mentalmente.

“Seguirá afectando a la salud por la inhalación de humo y partículas, por los efectos del calor, obviamente, si se está en peligro en términos del incendio en sí, o si está amenazando su casa”, dijo Doherty en inglés.

Doherty dijo que el estrés, el trauma, la pérdida, el dolor, y todas las cosas que vienen con los desastres comprometen el bienestar mental y añaden más presión a los factores de estrés que las personas ya estén experimentando.

“Si ya tengo muchos factores estresantes, o falta de apoyo, falta de recursos, incluso puramente a nivel de salud física o mental, entonces esta catástrofe pesa mucho sobre los problemas existentes”, explicó.

Y D’Evelyn señaló que el estrés no termina cuando acaba la temporada de incendios forestales.

“Es casi una respuesta de estrés postraumático que la gente está teniendo, donde hay una gran ansiedad pensando no sólo en la preocupación por el fuego, sino sabiendo que el resto de su verano va a estar lleno de humo”, dijo D’Evelyn.

Sánchez está de acuerdo.

“Creo que la gente que vive esto de cerca sí se ve afectada en ese sentido. Tenemos miedo”, expresó.

Sánchez dijo que se sintió abrumada días después de que el fuego fuera controlado.

“No había llorado. Sólo sentía una gran tristeza y ganas de llorar. Síntomas parecidos a la depresión”, dijo Sánchez.

Doherty dijo que es normal reprimir las emociones durante una emergencia.

“No podemos permitirnos derrumbarnos porque tenemos que ser fuertes por nosotros mismos o por nuestra familia. Y luego, cuando esas emociones pueden ponerse al día con nosotros, podríamos ser capaces de detenernos para tomar un respiro, y realmente darnos cuenta de lo que hemos estado sosteniendo”, dijo.

Doherty afirma que también es importante reconocer señales de alerta para ayudarnos a nosotros mismos.

“Entender cuándo realmente tenemos graves dificultades para funcionar, no dormimos, no comemos, dependemos demasiado de las sustancias. Nos enfadamos, nos irritamos, nos aislamos y no conectamos con nuestros amigos o seres queridos”, explicó Doherty.

Doherty dijo que la gente puede recurrir a muchas formas de afrontar la angustia.

“Puedo hacer cosas sanas para cuidarme, y nuestro cuerpo es como la naturaleza. Si nos alimentamos y comemos comida sana y descansamos y hacemos ejercicio y recibimos apoyo social, y nos mantenemos hidratados, mantenemos sano nuestro paisaje personal”.

Doherty mencionó que también podemos ayudar a los demás escuchándolos o buscando formas de ayudarles a expresar cómo se sienten.

También existen recursos como la línea de ayuda para los afectados por catástrofes (Disaster Distress Helpline en inglés), que ofrece asesoramiento en situaciones de crisis por catástrofe durante todo el año.

Y la Asociación Estadounidense de Psicología (APA por sus siglas en inglés), ofrece consejos para manejar la angustia que pueden causar los incendios forestales, como limitar los tiempos en que escucha noticias o encontrar formas de ayudar a los demás.

Dado que las catástrofes pueden afectar a cualquier persona y a cualquier edad, también existen recursos para ayudar a las familias a afrontar estas situaciones estresantes. La Red Nacional para el Estrés Traumático Infantil comparte recomendaciones para antes, después y durante los incendios forestales.

La Alianza de Psicología Climática de Norteamérica aborda la psicología climática y brinda recursos para comprender las relaciones entre la salud mental, el medio ambiente y el cambio climático.